Más que una fragancia, Le Male es un abrazo que desafía las convenciones.
Imagina la frescura revitalizante de la menta y la lavanda, como una brisa marina sobre un cuerpo recién despertado. Este inicio vibrante y limpio se transforma rápidamente en una promesa de calidez. El corazón especiado se ilumina con el brillo de la canela y la flor de azahar, envolviéndote en un aura de confianza irresistible.
Al final, es la dulzura seductora la que perdura. La vainilla cremosa y el haba tonka se fusionan con el ámbar, dejando tras de sí una estela cálida, memorable y profundamente sensual.
Es la esencia del hombre que no teme mostrar su fuerza ni su sensibilidad.